sábado, 14 de noviembre de 2009

Un sueño de verano.

Anoche tuve una pesadilla: soñé que me asomaba a un precipicio gigante y desde lo alto contemplaba allá abajo el mar, lejano y negro. Creo que estaba en una isla por que todo era silencio. La depresión era vertiginosa y estaba cubierta por un manto de esponjosa hierba. De pronto sentí que el viento me llegaba por la espalda y sin quererlo me empujó hacia adelante. Vacilé unos pasos y sentí cómo mi cuerpo cedía a aquella ráfaga entregándose al peso del vacío. Era tan inevitable aquel fatal destino que por alguna razón tuve el impulso de voltearme y aferrarme a algo firme, pero descubrí que se trataba de tierra mohosa incapaz de resistir el peso de mi cuerpo. Enterraba mis manos y mis piernas en la masa insegura del terreno, advirtiendo que estaba al filo de la muerte. La desesperación por encontrar un punto estable me llevó a enterrar la boca en la tierra para lograr mantenerme al menos allí. Sabía que sólo estaba alargando unos cuantos segundos la posibilidad de mi muerte. Creo que en lo alto estaban algunos amigos, pero yo ya no podía gritar ni ellos oírme. De inmediato la tierra cedió y el cuerpo cayó primero deslizándose y luego tropezando y dando vueltas en el vacío del aire, apresado por la violencia de la gravedad.
Supe que lloraba porque, al despertarme, una lágrima amarga se deslizó por mi mejilla izquierda. Al recobrar el sentido real de las cosas y los seres que habitan mi casa, al descubrir la mañana que el mundo me tenía nuevamente preparada, sentí un remolino de ternura hacia la vida, y hasta la consciencia de mi propia respiración me arrancó una ligera sonrisa de la boca que no me ha abandonado a lo largo de todo el día de hoy.
¡Me espanta esta dependencia enfermiza a lo viviente! ¡Este dulce dolor de estar vivo!

1 comentario:

  1. carino, mi amor !!!
    te encuentro por fin !!!! que buena idea que este blog para compartir ... me regalo con eso!
    Lo mas raro es que yo tambien he abierto un blog !!! jajjajaj desde dos semanas y pongo fotitas evidentemente !
    bueno besos y suerte en todo.
    Léa

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